Investigación, desarrollo, innovación… palabras frecuentemente utilizadas hoy día en la academia, la industria y el gobierno, y ligadas con el crecimiento económico, el mejoramiento de la calidad de vida, y en general asociadas con el desarrollo y la competitividad de la sociedad. A nivel organizacional, la diferencia entre ser reconocidos como líderes en innovación y desarrollo o pasar desapercibidos radica en cómo se estructuran y apoyan los procesos necesarios para la creación y el crecimiento sostenido de los programas de investigación y desarrollo (I+D) dentro de su estructura.