Este estudio permitió identificar características sociales y clínicas que alertan a la comunidad científica y a las instituciones de control, sobre factores de riesgo asociados al envejecimiento cognitivo, por lo que a partir de los resultados, se hace un llamado a la administración pública para la implementación de estrategias integrales que garanticen la aplicación efectiva de políticas orientadas al bienestar y la calidad de vida en la vejez; además de cambiar la forma en que se aborda el cuidado de los adultos mayores en el sur de Colombia, una región que históricamente ha sido afectada por fenómenos de violencia, desplazamiento y precariedad social.
Desde este panorama de salud y partir de este estudio se han generado datos normativos de dos de los instrumentos de Screening más usados en la atención primaria en población adulta mayor: el Mini-Mental State Examination (MMSE) y Addenbrooke's Cognitive Examination-Revised (ACER-R) para que los profesionales de la salud dispongan de herramientas diagnósticas preclínicas diseñadas para la evaluación funcional cognitiva. Estas herramientas permiten una diferenciación más precisa entre el envejecimiento normal y el patológico, con especial atención a adultos mayores con baja escolaridad (menos de cuatro años de educación formal o sin escolarización), un aspecto sociodemográfico subestimado en investigaciones previas.
Se espera que los profesionales de las áreas clínicas (neurólogos, psicólogos, neuropsicólogos, psiquiatras) puedan vincular estas herramientas a los protocolos de atención primaria en los adultos mayores y se garantice que la valoración cognitiva tenga en cuenta características de la región ya identificadas como la edad, baja escolaridad, la ruralidad y las comorbilidades como la diabetes, la hipertensión y exposición a pesticidas, asociadas a la presencia de DCL.