Durante este encuentro se desarrollaron dos momentos importantes. El primero fue el juramento, que vinculó a las y los estudiantes con los principios éticos que guiarán su ejercicio profesional. Después tuvo lugar el encendido de la luz, una representación simbólica del paso hacia una nueva etapa en la que el conocimiento y los valores adquiridos comienzan a ponerse al servicio de la comunidad.
Ambos momentos reflejaron el sentido de responsabilidad que implica trabajar por la justicia desde lo legal y lo humano. El Consultorio Jurídico se convierte así en un espacio donde podrán aplicar lo aprendido en las aulas, enfrentarse a casos reales y acompañar a quienes buscan orientación y apoyo legal.
De esta manera, las y los estudiantes asumen nuevos retos, escucharán historias reales y acompañarán procesos jurídicos que requerirán empatía, criterio y sentido social. El Consultorio Jurídico es el lugar donde la teoría y la práctica se encuentran.
Con esta experiencia se abre un nuevo capítulo en su formación, uno en el que el Derecho se vivirá desde lo cotidiano y se construirá paso a paso, con ética, conciencia y compromiso con los demás.