Cifras de deserción en educación superior en Córdoba: hay que seguir apostándole a la permanencia

Montería Deserción universitaria
13/03/2024

El promedio de deserción anual en las universidades públicas es de 8,45%,.

Las cifras en Córdoba requieren de una apuesta interinstitucional por la permanencia no solo de los estudiantes de las universidades públicas, porque en las universidades privadas también estudian jóvenes de estrato 1, 2 y 3.

​​El panorama educativo en Colombia, particularmente en el departamento de Córdoba, presenta desafíos significativos en cuanto a la deserción estudiantil en la educación superior. A medida que nos adentramos en el año 2024, es crucial abordar este tema con seriedad y determinación, reconociendo que la deserción no solo afecta el futuro de los estudiantes involucrados, sino también el desarrollo socioeconómico de la región en su conjunto.

Así pues, el Sistema para la Prevención de la Deserción en la Educación Superior SPADIES, consolida, ordena y clasifica la información que permite hacer seguimiento a las condiciones académicas y socioeconómicas de los estudiantes que han ingresado a la educación superior en el país, anualmente reporta los datos estadísticos de los indicadores de deserción.

De manera que, para el año 2022, en el departamento de Córdoba se presentan los siguientes datos, en cuanto a la ausencia intersemestral entendida como, la medición que permite identificar a estudiantes que matriculan un semestre por año, para el nivel técnico profesional fue de 29,37%, en los programas tecnológicos del 14,68% y el universitario fue de 10,28%, un alto ausentismo en todos los niveles,  es preocupante observar cómo en muchos de los casos el ausentismo se debe a factores económicos, ya que deben los estudiantes trabajar un semestre para ingresar nuevamente al sistema educativo, además de los riesgos psicosociales que afectan su continuidad.

Por otro lado, en cuanto a la deserción anual, que se refiere a los estudiantes que no se matriculan durante dos semestres consecutivos, pero regresan al año a los programas académicos, para el nivel técnico profesional representa el 16,67%, tecnológico el 11,51% y universitario 6,85%, en este caso, nuevamente los programas técnicos representan el mayor índice de deserción aun cuando la duración del programa solo es de cuatro semestres.

De igual manera, la deserción por cohorte mide a los estudiantes que iniciaron un programa académico y en determinado semestre abandonaron el programa académico y no volvieron a retomar la secuencia del plan de estudio, en el nivel técnico profesional representa el 33,65%, para el nivel tecnológico es de 33,73% y universitario 30,37%. Este indicador es similar en todos los niveles, denota la problemática social de estudiantes que iniciaron sus estudios proyectados a una graduación, pero en el camino no permanecen en el programa, aumentando la brecha que se requiere de capital humano capacitado en el departamento.

La tasa de graduación indica los estudiantes que logran finalizar satisfactoriamente sus estudios y obtienen el título, en el nivel tecnico profesional fue 31,91%, tecnológico de 38,02% y universitario 36,85%, estas cifras son alarmantes en la medida que de 100 estudiantes que sueñan con un título profesional escasamente 30 lo logran.

Por consiguiente, el panorama refleja las condiciones socioeconómicas del departamento de Córdoba, la caracterización de los estudiantes que cursan programas en las universidades que hacen presencia en el territorio muestra que el 90% pertenecen a estratos 1, 2 y 3, sus fuentes de financiación son créditos con ICETEX o entidades financieras y recursos propios que logran adquirir en diversas actividades informales, en el caso de Montería representan el 85% de la ocupación, mientras que la tasa de desocupación alcanza el 11,9% según cifras del DANE a diciembre de 2023. En los municipios del departamento las condiciones son similares, dada la concentración de universidades en la cabecera municipal los estudiantes se les agrega factores como el desplazamiento y sostenimiento en el lugar de estudio.

El promedio de deserción anual en las universidades públicas es de 8,45%, los programas con mayores índices de deserción se ubican en las áreas de conocimiento de agronomía, veterinaria y afines, matemáticas y ciencias naturales. En las universidades privadas el porcentaje es 7,82%, siendo los programas de las áreas de conocimiento de ciencias administrativas, contables y ciencias sociales los que presentan mayores índices de deserción.

Ahora bien, el artículo 118 de la Ley 30 de 1992 establece que cada universidad debe destinar por lo menos el dos por ciento 2% de su presupuesto de funcionamiento para atender adecuadamente su propio bienestar universitario, estas partidas presupuestales se dedican principalmente a programas, políticas y estrategias de permanencia estudiantil, no obstante, las necesidades y focos a intervenir son mayores a este porcentaje, la creciente problemática de salud mental en los jóvenes, la población de estudiantes con diversidades funcionales que requieren atención con enfoque diferencial, las brechas de calidad en el desarrollo de competencias genéricas , las particularidades del sostenimiento de la población de zona rural, demanda mayor inversión de recursos humanos, físicos y financieros para mitigar la deserción.

Desde el Ministerio de Educación Nacional se han organizado políticas, estrategias y buenas prácticas en la apuesta por la permanencia estudiantil que van desde la creación de fondos especiales, con participación de empresas y gobiernos locales, plan padrino, gestión de becas y apoyos financieros, almuerzos subsidiados, monitores académicos, plataformas de asesorías, software de alertas tempranas hasta la articulación y el seguimiento con los padres de familia.

Las cifras en el departamento requieren de una apuesta interinstitucional por la permanencia no solo de los estudiantes de las universidades públicas, porque en las universidades privadas también estudian jóvenes de estrato 1, 2 y 3 que en su mayoría no encuentran cupos en las universidades públicas, en este sentido, deben fortalecerse mecanismos como residencias universitarias, becas, descuentos, apoyo al emprendimiento estudiantil y familiar, líneas de créditos con baja tasa de interés para las familias que desarrollan actividades económicas informales o que su ocupación es comercial o agrícola, capital semilla, entre otros.

Finalmente, la deserción estudiantil en la educación superior en el departamento de Córdoba representa un desafío complejo que requiere de un compromiso integral y colaborativo. Apostarle a la permanencia implica no solo garantizar el acceso inicial de los estudiantes a la universidad, sino también brindarles el apoyo necesario para que puedan completar sus estudios con éxito y así tratar de cerrar la brecha existente. Solo a través de un compromiso solidario entre instituciones educativas, autoridades locales y los diferentes grupos de interés podremos construir un futuro más inclusivo y próspero para los jóvenes cordobeses.

Autoría:

Equipo Observatorio de la Educación en Córdoba (Universidad Cooperativa de Colombia)

Juan David Osorio Bustamante, Magister en Ciencias Sociales; Luis Fernando Alfonso Garzón, PhD. en Ciencias de la Educación; Aura Esther Castillo Lozano, PhD. en Ciencias de la Educación y Luis Genaro Pérez González, Magister en Software Libre​.


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